En muchas culturas, el proceso culinario para conservar los alimentos hasta el proceso de elaboración ha sido el método de escaldar. Consiste en una ebullición de apenas unos segundos o minutos con el fin de reafirmar la textura y eliminar las impurezas que pueda contener la carne en su exterior. En Helix de Córdoba, escaldamos nuestros caracoles y los envasamos en agua y sal (salmuera), sin añadir conservantes que no son naturales.
Helix de Córdoba, bajo la marca Caracol de Oro, elaboramos diferentes tipos de caracoles escaldados, desde el caracol chico blanquillo escaldado, caracol cabrilla escaldada, caracol bover escaldado, y muchos más, todos con un sabor y preparación insuperable.
Nuestra larga trayectoria en el mercado y la gran experiencia en el sector nos avala en la elaboración y comercialización de caracoles de diversos tipos. El proceso de escaldado, aunque las temperaturas según el tipo de caracol pueda variar, consiste en una purga, cribado, lavado y en las ollas de cocción se escaldan al natural obteniendo un caracol de gran calidad, listo para su preparación en las diferentes formas de preparación según los gustos de los clientes.
Todos nuestros productos cuentan con total garantía sanitaria y tenemos una amplia disponibilidad durante todo el año. Utilizar el proceso de escaldado nos garantiza una conservación espectacular con todas las garantías posibles. Este tratamiento forma parte de una etapa previa de otros procesos como la congelación, cuyo objetivo principal es la destrucción de enzimas que puedan afectar al color, sabor, textura y contenido vitamínico.